Volkswagen Parati ha sido una leyenda nacional desde su lanzamiento en 1982, destacándose por su versatilidad, confiabilidad y diseño llamativo. Recientemente, un ejemplar raro y conservado del Parati Turbo 2002 sorprendió a los entusiastas del automóvil. Con apenas 10.000 kilómetros recorridos en 22 años, esta camioneta mantiene su autenticidad y te transporta a la época dorada del automovilismo brasileño. La impecable conservación del Parati Turbo 2002 es un recordatorio de la importancia de mantener viva la historia del automóvil brasileño, inspirando el aprecio por los clásicos y la artesanía del automóvil. Un símbolo de excelencia eterna y compromiso con la calidad, el Parati Turbo 2002 continúa deleitando a coleccionistas y entusiastas, siendo más que un automóvil, sino una cápsula del tiempo y un vínculo vital entre el pasado y el presente.


Desde su lanzamiento en 1982, Volkswagen Parati ha conquistado el corazón de los brasileños, convirtiéndose en una verdadera leyenda nacional. Derivado del Gol, esta camioneta conquistó su espacio en el mercado automotriz brasileño, destacándose por su versatilidad, confiabilidad y, por supuesto, su llamativo diseño.

VW Parati Turbo 2002 / Foto: Reginaldo de Campinas
VW Parati Turbo 2002 / Foto: Reginaldo de Campinas

Una reliquia automotriz

Recientemente, Reginaldo de Campinas sorprendió a los entusiastas del automóvil al presentar un ejemplar raro e increíblemente conservado del VW Parati Turbo, fabricado en 2002. Con sus 4 puertas, color rojo vibrante y transmisión manual, este ejemplar representa no sólo un vehículo, sino una pieza. de la historia del automóvil brasileño.

VW Parati Turbo 2002 / Foto: Reginaldo de Campinas
VW Parati Turbo 2002 / Foto: Reginaldo de Campinas

Lo que hace que este ejemplo sea aún más especial es el hecho de que, incluso después de 22 años desde que salió de la línea de montaje de VW, el Parati Turbo sigue siendo prácticamente “cero kilómetros”. Con apenas 10 mil kilómetros recorridos, esta camioneta conserva toda su autenticidad y originalidad, transportando a sus espectadores a una época dorada del automovilismo brasileño.

Foto de : Reginaldo de Campinas
Foto de : Reginaldo de Campinas

Un vistazo al pasado

Cuando miramos más de cerca este ejemplar único del Parati Turbo 2002, nos transportamos a una época en la que Brasil estaba experimentando una explosión de crecimiento económico y desarrollo tecnológico. En la carretera, el Parati Turbo representaba no sólo un medio de transporte, sino un símbolo de estatus y prestigio.

Foto de : Reginaldo de Campinas
Foto de : Reginaldo de Campinas

Sus detalles cuidadosamente conservados, desde el interior inmaculado hasta la pintura brillante, nos recuerdan una época en la que la calidad y la durabilidad eran características intrínsecas de los vehículos fabricados por Volkswagen.

Foto de : Reginaldo de Campinas
Foto de : Reginaldo de Campinas

El legado continúa

Aunque el Parati Turbo 2002 es un retroceso a tiempos pasados, su impecable conservación sirve como recordatorio de la importancia de mantener viva la historia del automóvil brasileño. Como una verdadera pieza de colección, este ejemplar inspira un aprecio renovado por los clásicos del automóvil y la artesanía que va más allá del mero transporte.

Foto de : Reginaldo de Campinas
Foto de : Reginaldo de Campinas

A medida que el mundo automotriz continúa evolucionando con nuevas tecnologías e innovaciones, el Parati Turbo 2002 es un testimonio de excelencia eterna y un compromiso con la calidad que trasciende generaciones. Es un recordatorio de que incluso en un mundo en constante cambio, algunas cosas, como un clásico bien conservado, nunca pasan de moda.

Foto de : Reginaldo de Campinas
Foto de : Reginaldo de Campinas

Especificaciones

El VW Parati Turbo 2002 presenta unas prestaciones notables, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y una velocidad máxima de 191 km/h. La transmisión se caracteriza por un embrague monodisco seco y una caja de cambios manual de 5 velocidades, con tracción delantera.

Debajo del capó encontramos un motor de 999 cm³, propulsado por inyección multipunto y aspirado por un turbocompresor. Este motor de 4 cilindros en línea, identificado con el código EA111, ofrece una potencia máxima de 112 CV a 5.500 rpm y un par máximo de 15,8 kgfm a 2.000 rpm. Además, las especificaciones técnicas incluyen una disposición longitudinal, con taqués hidráulicos y 4 válvulas por cilindro.

Foto de : Reginaldo de Campinas
Foto de : Reginaldo de Campinas

En cuanto a dimensiones, tiene 1455 mm de alto, 4131 mm de largo y 1621 mm de ancho, con un peso total de 1061 kg. El maletero tiene capacidad para 437 litros, mientras que el depósito de combustible tiene una capacidad de 51 litros. Los neumáticos son 185/60 R14, tanto delanteros, de repuesto como traseros.

La dirección cuenta con asistencia hidráulica y un diámetro mínimo de giro de 10,4 metros, proporcionando maniobras precisas. La suspensión cuenta con un puntal McPherson independiente en la parte delantera, con resortes helicoidales y una barra de torsión en la parte trasera.

En cuanto a los frenos, el vehículo cuenta con discos ventilados en la parte delantera y de tambor en la parte trasera, lo que garantiza una frenada eficiente. En términos de autonomía, es capaz de recorrer 658 km en autopistas y 332 km en zonas urbanas. Así, en relación al consumo, alcanza una media de 12,9 km/l en autopista y 6,5 km/l en zona urbana.

VW Parati Turbo 2002 / Foto: Reginaldo de Campinas
VW Parati Turbo 2002 / Foto: Reginaldo de Campinas

Conclusión

El Volkswagen Parati Turbo 2002, con sus impresionantes 22 años y sólo 10 mil kilómetros recorridos, sigue deleitando a entusiastas y coleccionistas del automóvil. Más que un simple automóvil, es una cápsula del tiempo que nos transporta a una era de gloria automotriz en Brasil.

Mientras nos maravillamos ante su belleza eterna y su condición casi inmaculada, también recordamos la importancia de preservar y honrar el legado de los clásicos del automóvil. Además, el Parati Turbo 2002 es más que una pieza de metal y plástico; Es un símbolo de dedicación, pasión y un vínculo vital entre el pasado y el presente.

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